Las lentejas no me toleran
Aqui estamos otra vez, estoy cuidando al hipo, mientras que con un pie muevo su navecilla, con una mano muevo la sonaja de oso panda azul y con una mano trato de crear esta nueva entrada, que por cierto va para Jack fotografo ya que le prometi que escribiría de este tema del que estuvimos hablando y riendonos.
Bueno todos tenemos comidas favoritas y peores comidas favoritas o es decir la comida que menos nos gusta. A mi realmente me gusta todo, en grandes, medianas y pequeñas cantidades, peor hay una comida que no puedo saborear, oler y ni siquiera testear, y no porque no me guste, sino porque no la soporto. Son las lentejas y dejenme relatarles mis aventuras y desventuras con las lentejas.
Todo empezó desde que las probé, pero como no recuerdo muchos años anteriores (mi linda mamá siempre dijo que antes de los 10 años fui medio vegetal, eso traducido quiere decir que era despistada y olvidadiza y hoy en dia cuando me pongo a analizar esto, me doy cuenta que hasta ahora lo soy, despistada y olvidadiza sino preguntenle a mi Jefecito) regresando al tema principal, recuerdo 2 hazañas trascendentales con las lentejas, la primera fue cuando estabamos con mi hermano y mis primos en el country club, era verano y habiamos ido una tarde de semana con mi mamá a la piscina, ustedes saben vacaciones, la cuestión era que yo habia almorzado lentejas.
Mientras estabamos en la piscina tralala lala a mi me dieron ganas de ir al baño, asi que fui donde mi mamá, "mamá mamá baño bañooooooooooooo " entonces nos fuimos corriendo al baño, yo chorreando agua con cloro y llegamos al baño, cuando llegamos al baño todo de mayolicas blancas (tipico baño de club o restaurante) para que las personas no se resbalen habia una alfombra de gebe negra y caminitos que desembocaban en los cuartitos de los waters...el problema fue que yo llegué hasta la mitad de la alfombra recién trapeada por una señora de limpieza, que me miró de píes a cabeza con una cara de tombo al cual le dijeron que no le iban a dar ninguna cutra, cuando yo dejé estampado en el suelo un colorido gráfico de lentejitas con arroz todo procesado y adornado con bilis, si exacto vomité hasta mis entrañas, luego mi mamá fue a asearme y la señora comenzó a limpiar toda la gracia que yo habia dejado y de pronto chaz!!! otra vez un remolino en mi estomago que no podia contener y otro nuevo gráfico pero ahora en el caño...supongo que ese día la señora de limpieza de aquel club, decidió buscar otro trabajo.
Mi mamá sugirió no darme lentejas en mucho tiempo, eso duró aproximadamente un año, al año siguiente que me dieron lentejas nuevamente y en contra de mi voluntad, mi mamá me llevo con ella a una clase de tejidos (los que conocen a mi señora madre, saben que siempre se dedicó a todo lo que es manualidades y tiene su propio taller, pero siempre recibe clases de lo que salga para seguir innovando en todo este campo) como ella no tenia con quien dejarme no tuvo mejor idea que llevarme a la clase. Asi que fuimos me sentaron en unas escaleritas a jugar con un gatito blanco de pelaje corto, bien bonito era el gatito. De pronto me comencé a sentir mal, me ofrecieron todas las hiervas existentes manzanilla, anis, té, de todo, pero de pronto otra vez ese remolino que sentia que subia y bajaba de mi estomago y de pronto una catarata de sensaciones que atravesaba por mi garganta y luego otra vez ese gráfico que ya era conocido por mi...solo que esta vez el gráfico estaba en 3 dimensiones y formaban la silueta de un gato, si desgraciadamente parte de mi bolo alimenticio cayó en el piso brillosisimo de parquet y la gran mayoria cayó sobre el gatito blanco. (según Jack dice que yo inventé el termino de "se le vino el gato", este termino vomitivo comenzó en mi relato, se le vino el huaico, se le vino el huaico sobre un gato, se le vino en un gato, se le vino el gato...todo tiene lógica) bueno felizmente la profesora de tejido de mi mamá era mas amistosa que la señora de la piscina y comprendieron mi malestar y mi verguenza, aunque creo que no le debe haber agradado tener que limpiar lentejitas del pelaje blanco blanco, casi radiante del gatito.
Según mi mamá este caso vomitivo lentejesco se debía a mi mente, es decir cada vez que me decian va a haber lentejas de almuerzo, automaticamente pensaba en vomitar y terminaba haciendo eso. entonces la última vez que me dieron lentejas fue cuando tuve 13 años, mi mamá me dijo que comiese las lentejas con ánimos. Nunca escuche un cubierto que se llame "ánimos" asi que cada vez que metia una cucharada de lentejas en mi boca decia "uhm! que ricas lentejitas ñam ñam" realmente ese día no vomité, ganas no me faltaron, pero no vomite, mi piel se convirtió casi transparente, luego se volvió amarilla y luego verde, tomé mas de 9 tazas de alis y 5 de manzanilla, y estuve malisima toda la tarde, pero no vomité, luego mi mamá se convenció que nunca mas comería lentejas.
Cuando estaba en la universidad me decian por si acaso hoy cocinaremos lentejas y yo era cual Richard Kimble, una fugitiva y no aparecia hasta las 11pm.
Hace unos años hicimos un gran descubrimiento, como no comia lentejas, mi mamita estaba preocupada porque no consumia las vitaminas que estas me debian de dar, entonces consiguió un jarabe con harto hierro, el asunto fue que el jarabe tuvo malos efectos en mi, me puso la lengua negra al igual que los dientes, dolor de los mismos, ojos amarillos, dolor de estomago y cabeza, y luego de unos examenes dimos con la conclusión que soy una de las pocas personas que no le tienen tolerancia al hierro, por ende no era que no me gustasen las lentejas, era que yo no le gustaba a las lentejas. Quien se lo iba a imaginar...las lentejas también pueden escoger quien las tolera y quien no.
1 comentario:
Después de todo, cada ser vivo hace escuchar su voz. No te preocupes Mir, por cada lenteja intolerante habrá algodón de azúcar, papas fritas, chocolates mil, ají de la casa...todos por montones! Quizás con el tiempo se dé cuenta de que a nadie le asienta la soledad encaprichada.
TQM
Alisha Keys
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